miércoles, 2 de febrero de 2011

III Jormadas de diseño para la hostelería

El pasado lunes 31 de enero se celebró en Alicante la III Jornada de diseño para la Hostelería, organizada por la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunitat Valenciana, el IMPIVA, la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Alicante y la Cámara de Comercio de Alicante.
Lo que se pretendía con estas jornadas, celebradas también en Valencia y Castellón, era colaborar a la modernización del sector hostelero “utilizando el diseño como factor de innovación de los bares, restaurantes y locales de ocio de la Comunitat Valenciana”.

La idea nos pareció fantástica, porque nosotras como diseñadoras sabemos de la carencia que tiene  este sector en el ámbito del diseño y la innovación de sus locales. No de su comida, claro, que todos estaremos de acuerdo que en Alicante se come bastante bien y hay un gran abanico de posibilidades. Pero el abanico se cierra bastante si lo que buscamos es un sitio acogedor, agradable, cómodo, sin ruidos excesivos, sin olor a frito, con una buena iluminación y, por qué no, que nos SORPRENDA.

Era, en la teoría, una buena idea para iniciar un diálogo entre los dos, hosteleros y diseñadores (interioristas, gráficos, industriales, etc). Pero el diálogo es imposible cuando una de las dos partes no acude a la cita. En este caso, los hosteleros. ¡Qué pena!.
Sí que fue una pequeña representación de ellos, pero los que acudieron estaban totalmente de acuerdo y entendían de la necesidad de acercamiento. Los que interesaban, esos que no se dan cuenta de la necesidad de innovación en sus locales, de que el diseño no sale caro porque el diseño ayuda, luego y siempre, a vender mejor tu producto, que el diseño no asusta, que el diseño no es igual a caro, que el cliente quiere cada vez más que le sorprendan y que las franquicias, que sí que invierten en diseño y en asesoramientos, están ganando la batalla.

Se habló también de la repercusión de la Ley Antitabaco en los espacios hosteleros y del inicio de la incursión de terrazas “para fumadores” en las aceras de las ciudades.
Pues nosotras no queremos que se llenen las aceras de sillas y mesas de propaganda con sombrillas horrorosas porque aquí todo vale, porque las  casas comerciales las regalan y “son gratis”, porque “total para estar a la intemperie que todo se estropea...”.
Es sorprendente, cuando paseas por Berlín, por ejemplo, en verano claro, la cantidad de terrazas improvisadas en las aceras, con mobiliario económico en la gran mayoría de los casos e incluso recuperado y que, sin que aparentemente sigan una normativa, lo acogedoras, agradables e integradas con el entorno que están y lo que apetece sentarte ahí a tomar algo.


Autora Celia Mira